Mediante
la presente entrada, trataré de concretar y aclarar la gran importancia de la
figura del orientador en toda institución educativa y en la sociedad actual
para el desarrollo integral del individuo.
La
orientación es una necesidad esencial del ser humano, pues todos en un momento
determinado podemos encontrarnos en situaciones que pueden entorpecer el curso
normal de la vida, de la actividad que realizamos, de nuestra estabilidad
psíquica, y no tenemos en ese momento los recursos para encontrar solución, una
salida al problema. De ahí la importancia que tiene la orientación para el
crecimiento humano, como dirección de su desarrollo. Todo ello, implica que la
orientación no se debe reducir a un conjunto de consejos o charlas aisladas
sino un trabajo educativo e integral sobre el educando.
El
trabajo del orientador se asemeja al de un facilitador, no impone, ayuda,
orienta, establece un contrato con una idea clara de los objetivos que se
persiguen, las dificultades a las que se enfrentarán, las expectativas, límite
y movilización de los recursos motivacionales del educando o grupo que se
orienta. El orientador debe dominar un lenguaje dialógico, respetuoso y ser
asertivo, y sobre todo dominar el lenguaje técnico, como lo hace el médico y
otros profesionales. No debe sentir asombro de lo que dice el orientado. Debe
reflejar empatía, propiciar las alternativas, no brindar soluciones, ni
sugerencias, hacer que el orientado encuentre el camino adecuado. Brindar confianza
y seguridad en las posibilidades del orientado debe ser lo más importante. No
convertir la orientación en charlas. Reforzar y estimular las acciones
positivas del orientado.
Además,
el orientador debe ser portador de cualidades y capacidades pedagógicas que
permitan crear un clima psicológico necesario para lograr que los participantes
se concentren en la actividad, aflojar tensiones, perder el temor de
participar, disfrutar de la actividad, desinhibirse física y psicológicamente y
crear lazos afectivos entre los participantes.
La
nueva imagen del orientador tiene que irrumpir en el contexto educativo
atendiendo la prevención, el desarrollo y que su radio de acción traspase las
paredes del recinto escolar. De ahí que sea este aspecto de la orientación educativa
un pilar imprescindible en la formación del futuro Psicopedagogo. La
orientación comunitaria se implementa desde la orientación educativa como un
proceso que incluye el diagnóstico y la comunicación en una estrategia aplicada
en su integridad.
Los
instrumentos de influencia para la orientación implican las técnicas y
procedimientos adecuados para su realización, indudablemente para que la
orientación educativa sea efectiva debe lograr una influencia psicológica, debe
constituirse un recurso de aprendizaje por lo que ha de tener una
intencionalidad educativa. Y atendiendo a las acciones de la orientación
podemos decir que tiene por objetivos, por un lado introducir, crear o desarrollar condiciones favorables para el
desarrollo sano y eficiente de la personalidad, a través de la realización
exitosa de las tareas del desarrollo de cada edad y por otro lado prevenir eliminar o reducir la influencia de factores potencialmente
generadores de problemas psicológicos
Así,
atendiendo a la intervención del orientador, el argumento principal que
justifica su intervención es su carácter preventivo y comprensivo. Dado que
cualquier sujeto puede tener dificultades en alcanzar su verdadero potencial
humano, no parece que haya que esperar a que estos problemas aparezcan para
tratar de solucionarlos, sino más bien se trata de prevenir, de anticiparse a
las posibles dificultades. Por lo tanto el enfoque metodológico de la
intervención ha pasado de ser un enfoque clínico, solucionador de los problemas
que algunos individuos presentan en su proceso de desarrollo en la escuela, a
un enfoque preventivo anticipador de las ayudas que los sujetos van a necesitar
a lo largo de su escolaridad o de su vida.
Por
otro lado, se puede decir que “la orientación
educativa es un elemento dinamizador en las relaciones que se establecen entre
los participantes, que analiza el proceso de aprendizaje, promueve los recursos
personales y sociales de los sujetos y los grupos en lo que estos se insertan,
permitiendo organizar o estructurar los proyectos de vida, objetivos y
aspiraciones, así como establecer estrategias para alcanzarlos” (Suárez, 1999).
Además,
dentro de la orientación educativa es importante considerar la orientación
comunitaria como un proceso continuo y
progresivo en el establecimiento de determinadas relaciones
escuela-comunidad, que posibilita identificar las contradicciones que emergen
en esta relación y atenderlas sobre bases objetivas, teniendo en cuenta sus
particularidades, con el fin de lograr la realización de una labor educativa
formativa. Esta incluye una serie de actividades que tienen como objetivo
orientar y estimular a la comunidad para la explotación de todas sus
potencialidades en función de la formación, educación y desarrollo de sus
miembros.
Así,
la orientación se convierte en un recurso potente que se inserta en el proceso
pedagógico para el desarrollo integral del estudiantado y del propio cambio del
profesorado para el logro de las transformaciones educacionales. Pero, la Orientación en el contexto educativo tiene
como objeto de estudio la orientación en procesos educacionales para potenciar
el desarrollo integral de la personalidad del estudiantado; el cual demanda
aprender a orientar al estudiantado y al profesorado en el desempeño de sus
funciones profesionales con énfasis en la orientadora en las áreas personal,
escolar, profesional, familiar, sexual y comunitaria.
La
orientación ha sido objeto de cambios a partir de un proceso de
perfeccionamiento y por otro lado la práctica pedagógica refleja insuficiencias
y carencias en el psicopedagogo a la hora de llevar a cabo su labor
profesional. Aún así, su perfil como psicopedagogo le permitirá la atención a
las familias con desventaja social, con desajustes en la educación de sus
hijos, el tratamiento diferenciado a los estudiantes con problemas de
aprendizaje y de la conducta, la labor de preparación de los docentes del
colectivo pedagógico para un trabajo educativo más efectivo en la escuela y por
su formación está previsto que desarrolle docencia en el área de formación
pedagógica que contribuirá a elevar la preparación pedagógica y psicológica de
los maestros en formación del resto de las carreras pedagógicas.
Para concluir es importante decir que la formación inicial del psicopedagogo requiere de la profundización de los temas relacionados con la orientación educativa en general y la búsqueda incansable de conocimiento y herramientas necesarias a lo largo de toda su carrera profesional, sin prescindir del asesoramiento siempre que sea necesario, pues no olvidemos que no existe orientación sin asesoramiento.
Para concluir es importante decir que la formación inicial del psicopedagogo requiere de la profundización de los temas relacionados con la orientación educativa en general y la búsqueda incansable de conocimiento y herramientas necesarias a lo largo de toda su carrera profesional, sin prescindir del asesoramiento siempre que sea necesario, pues no olvidemos que no existe orientación sin asesoramiento.
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